Durante años pensé que era normal sentirse así. El cansancio. La falta de enfoque. Dormir mal. No tener ganas de nada.
Le eché la culpa al trabajo, al estrés, a la edad. Pero poco a poco, me fui alejando de la persona que solía ser.
Un día mi esposa me miró y me dijo algo que me pegó fuerte:
“¿Estás bien? Ya no eres el mismo.”
Fue entonces cuando decidí hacer algo. Y en esa búsqueda encontré una presentación en video de un médico que explicaba por qué muchos hombres después de los 40 pierden fuerza, claridad y deseo… y qué se puede hacer para cambiarlo naturalmente.
“Siento que volví a tener 30. Más foco, más ánimo, más confianza.” – Miguel, 52
“Mi esposa fue la primera en notar el cambio… y le encantó.” – Rafael, 47